Hoy es el día de este blog

     Hace ya tres años, un poquito más, nació este rincón dentro de la web para HABLAR BIEN DE LO BUENO. ¿Por qué?

     Porque, en todas partes, también en la Iglesia, mucha gente se queja. Se quejan de A y de B. Están tristes, desencantados, han perdido la Fe, o quizás sólo la esperanza. Por eso, para ti, si estás triste, si no entiendes por qué lo están los demás, o no sabes cómo alegrarles un poco, sólo un poco, el día o este momento, sólo por eso, nació este blog.

     Aquí no encontrarás nada contra nadie, y si te lo parece, avísame.

      Hoy te invito a dar gracias de lo que tenemos por el ORO, el INCIENSO y la MIRRA. Muchos niños ni siquiera saben el motivo de los tres regalos, ni a quién se los llevaron, ni por qué. No saben aquello del Oro como a Rey, Incienso como a Dios y Mirra como a hombre.

      Pero hoy quería decirte, con el Oro, que tienes muchas cosas materiales que ni siquiera te das cuenta. En tu casa hay agua caliente, o mejor dicho, antes de nada: tienes casa, tenemos casa, y bien bonita. También tenemos comida, tenemos hasta un medio para poder leer este escrito, poco después de que se publique. Tenemos lápices, colores, rotuladores, y una larga lista de regalos del día de hoy. Como te diga los míos, no te lo vas a creer. Sí, puede ser que te hayas portado bien, no lo dudo, pero no se te olvide darle gracias a los Reyes Magos y al Niño Jesús.

      Con el Incienso podemos dar gracias a Dios por la Fe. Por todos los bienes espirituales que hemos tenido en la vida. Porque una vez nos enseñaron lo que era un Belén, porque, no sé tú, pero yo, cuando era niño, disfrutaba de ir a buscar musgo por el gran jardín de mi colegio, aunque me tocara clase de matemáticas. ¡Oye! ¡Qué escondido estaba siempre el musgo! Disfruté de una infancia en la que los villancicos fueron de los más importante. Fui y soy feliz escuchándolos todavía. No sé si sabes disfrutar de lo bueno del espíritu, pero si lo has perdido, para, reflexiona, piensa si cuidas aquello del alma con los bienes de Dios: si cuidas la memoria, el entendimiento y la voluntad. No sólo somos personas para poder comer y beber: eso también pueden vivirlo intensamente los animales. El perdón, la alegría, el gozo, la comprensión, son, la caridad, el Amor, son bienes por los que dar gracias que solamente son del alma, aunque a veces parezca que se ven.

     Y nos queda la Mirra. Con ella damos gracias a los Reyes Magos por la alegría que tuvieron al volver a ver la estrella que les llevaría al portal. «Gaudium, magno, valde» dice el texto evangélico. No hay ningún otro texto en la Sagrada Escritura que reduplique, dos veces, en ninguna ocasión. En realidad dice: mucha, muchísima alegría, aunque traduzcamos por «INMENSA». Por la alegría que nos dan, tantas veces, los demás, aquellos que viven cerca de nosotros. Por nuestros familiares, por nuestros hermanos en religión, por la comunidad cristiana en la que vivimos, por nuestros amigos, muchos o pocos, los de verdad, los que están siempre, también damos gracias hoy a los Reyes Magos.

     Y,  por último, gracias a ti por leer este blog, por compartirlo, por los regalos que le hayas pedido a los Reyes haciendo grande esta fiesta en cualquier lugar del mundo o cualquier año. Y, si no tienes a nadie a quien escribir carta o por quien pedir, te digo como decía el Cura de Ars, en este día, reza por mí un Avemaría, que las acepto gustosísimo. FELIZ DÍA DE REYES