Casi todos los años, al llegar «fin de año» me brota del corazón dar gracias a Dios por todo aquello que el Señor, y su Santísima Madre nos han concedido a lo largo de doce meses, o incluso de toda la vida.
Sin embargo, en esta ocasión propongo algunos retos para el año próximo. No tanto por lo de «año nuevo, vida nueva», sino porque creo que podemos mejorar, bien seguro, las buenas cosas que llevamos entre manos.
Me interpela cada vez que la oigo la frase del Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas, y una sola es necesaria». ¿No podríamos dedicarnos como decía el aforismo latino «age quod agis», «haz lo que estás haciendo», a las cosas de Dios, no de pasada sino con todo el interés posible?
Cuando nos pagan por algo, cuando nos interesa, cuando nos ilusiona, intentamos poner los cinco sentidos, así me decía mi madre cuando jugábamos a algo y yo quería ganar. Siempre he sido competitivo. Podemos serlo en las cosas del alma, como decía San Pablo: «ellos (los deportistas) por una corona que de marchita, nosotros por una que no tiene fin».
Otro posible reto es el Amor a la Virgen Santísima, de una forma palpable, externa, rodeada de ternura, como lo viven los niños. Dándole besos, hablando con ella cada día, consultando las decisiones, rezando por nuestros seres queridos en conversación, como hacen las amigas cuando explican cosas de sus hijos o de su corazón (si es que son amigas de verdad).
Creo que estamos en unos tiempos donde la devoción a María Santísima va a ser definitiva para dilucidar la Verdad de la mentira, el camino recto del torcido, la humildad de la soberbia, la ciudad de Dios y la del diablo, sin medias tintas. No son tiempos de «buenismo» (del todo vale y del por una vez no pasa nada), son tiempos recios de seguir a Cristo, de verdad, y para ello, la mejor ayuda es la de su Santísima Madre.
Por último, invito a quien me lea a COMPROMETERSE con algo. En donde esté, pero al máximo, sin medianías. Sea una parroquia, un movimiento, un grupo de oración, o de música, a darlo todo, incluso, atentos a lo que voy a decir, incluso renunciando a algo propio, incluso saliendo de lo que llaman la «zona de confort», donde vivo comodo y tranquilo… Así será próspero el AÑO NUEVO, y me atrevería a decir que si no, no. A la Madre de Dios se lo pido por ti y por mí. No tengas miedo a darlo todo por Cristo. Este año sí.
Este año si , 😔 padre se intentará. Al final soy egoísta, porque cuando hago algo por los demás… no lo hago por ellos si no porque yo me siento feliz , soy feliz haciéndolo , osea que no me cuesta ningún trabajo , lo hago por mi.
Se puede entender esto,???
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Este año si , 😔 padre se intentará. Al final soy egoísta, porque cuando hago algo por los demás… no lo hago por ellos si no porque yo me siento feliz , soy feliz haciéndolo , osea que no me cuesta ningún trabajo , lo hago por mi.
Se puede entender esto,???
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