Bendito sea su Santo Nombre

Cuando era niño, en los autobuses metropolitanos de Barcelona podría leerse un cartelito donde estaba escrito: Prohibido distraer al conductor, escupir y blasfemar. Tiempo después, aprendí que en hebreo, si transcribimos literalmente, el Segundo Mandamiento de la Ley de Dios, en lugar de leerse: No tomarás el Nombre de Dios en vano, se lee: «No …