Meteos esto en la cabeza, con el Diablo no se dialoga. No hay diálogo posible, sólo la Palabra de Dios. Eva entró en diálogo, y si nosotros entramos en diálogo seremos vendidos. El desierto es también el lugar de la prueba y la tentación, donde el Tentador, aprovechando la fragilidad y las necesidades humanas, insinúa …